El rumor de la ruptura en el oficialismo de la Provincia de Buenos Aires finalmente se confirmó. Por orden de la gobernadora María Eugenia Vidal, todos los nombres propuestos por Emilio Monzó no tuvieron lugares en la lista. Entre los cuatro diputados que no serán parte de las elecciones está el legislador de nuestra ciudad, Marcelo Daletto.

El diputado buscaba renovar su banca, obtenida en el 2015. La decisión de Vidal confirma una relación tensa con el sector monzonista, que comenzó en la campaña de las últimas ejecutivas. Uno de los intentos por recomponer relación fue cuando Monzó mandó a su tropa a bancar mediáticamente a Vidal y allí surgieron las famosas remeras de «La Leona», que el propio Daletto lució.

Medios provinciales confirmaron que, tras conocer la decisión, el monzonismo se mostró enojado por la situación y determinaron que es una «respuesta injusta de parte de la Gobernadora».

Además de Daletto, quienes quedaron afuera son el propio hermano de Monzó, Gabriel; Óscar Sánchez y Marcelo Pacífico.

El peronismo que ingresó a Cambiemos (ahora Juntos por el Cambio) no fue demasiado generoso ni amplio, y deja a uno de sus sectores más representativos dentro del oficialismo provincial. La «rosca» que reinvindica Monzó parece que esta vez le jugó en contra y fue sin dudas el gran perdedor de estas elecciones.

A nivel local, el PRO sufrió una suerte parecida: los tres concejales que debían renovador no pudieron hacerlo. Más allá del deseo de retiro de Jorge Muela, trascendió que el deseo de la Dra. Graciela Juliá era renovar su banca, pero un «No» del intendente Aiola la hizo bajarse. En la lista chacabuquense, el partido amarillo ingresó a dos nombres a la lista de Concejales: Patricia Colacilli y Agustín Zarkovich.