El gobierno avanza con su plan de «reformismo permanente», un proyecto que va más allá de la economía. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, anunció que se está trabajando en la creación de «una fuerza de despliegue rápido».
Una iniciativa que traerá polémica ya que la ley de seguridad interior prohíbe el empleo de las fuerzas armadas en operaciones de seguridad interna. En declaraciones a dos emisoras radiales, Aguad definió la idea como «un cambio operacional sobre todo en el Ejército, teniendo en cuenta nuevas hipótesis de amenazas del país».
«Ahora lo que tenemos son amenazas nuevas y complejas que aparecen en este siglo con el uso de las nuevas tecnologías», planteó el ministro, y dijo que en la actualidad son «el tema del cuidado de las fronteras, del medio ambiente, del Atlántico Sur y de la cyberdefensa» las cuestiones que obligan a una reestructuración de las Fuerzas Armadas.
En ese plano, adelantó que se analiza «la creación de una fuerza de despliegue rápido, que va a estar conformada por las tres fuerzas y que va a dar un apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo».
Aclaró que «no significa que van a intervenir en la seguridad porque está prohibido por la ley». «Es un tema que está en discusión» y sostuvo que «por lo menos lo estamos pensando, pero reitero no se trata de que los soldados salgan a la calle a pelear contra el delito».