El fiscal Cassio Conserino, junto a sus colegas José Carlos Blat y Fernando Araújo, solicitaron la prisión preventiva para el ex-presidente de Brasil, por considerar que si permanece en libertad puede instar al desorden público y afectar el proceso penal en curso, además de sostener que el procedimiento resulta«imprescindible, dada la conveniencia de la instrucción criminal».

Se trata de todo un hito, pues es la primera vez en la historia del país que se pide prisión a un ex-mandatario.

Lula, su esposa y su hijo mayor fueron acusados de lavado de dinero, asociación ilícita y falsedad ideológica por la adquisición encubierta de un departamento en el balneario de Guarujá.

Según los procuradores, el líder del PT fue beneficiado ilegalmente por la constructora OAS en la compra de esa propiedad que comenzó a ser construida por el sindicato de bancarios.

Como consecuencia, el presidente de dicha constructora, Leo Pinheiro, y el ex-titular de los bancarios, Joao Vaccari Neto, también se encuentran acusados, en una basta lista en la que figuran otros 16 funcionarios y referentes políticos.

Inmediatamente después de conocida la noticia, militantes de distintas agrupaciones sociales, sindicales y políticas nucleados en el Frente Brasil Popular (FBP), llamaron a movilizarse al centro de San Pablo con carácter urgente.

La convocatoria se difundió a través de un comunicado publicado en las redes sociales, que expresa:

Ante la solicitud de prisión preventiva presentada por los fiscales contra el ex presidente Lula, el jueves el Frente Popular de Brasil en San Pablo hace un llamamiento urgente toda la militancia a centrarse en Apeoesp , en la Plaza de la República , 282, en el centro de la ciudad de Sao Paulo.