En el día de hoy la Municipalidad de Chacabuco «recomendó» en el titular de un diario que se «cubran el rostro» o se «tapen la boca» a quienes rompan la cuarentena.
La medida fue anunciada en consonancia con otros gobiernos como el de Gerardo Morales en Jujuy, que estableció el uso obligatorio a partir del 10 de abril, y el de Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires, que ya puso en marcha una medida similar.
La medida en Chacabuco apunta a qué se utilicen, quienes quieran, «tapabocas», es decir, que las personas utilicen algún elemento de paño de algodón para cubrirse la zona de la boca y la nariz. Puede ser un barbijo o puede ser un «barbijo hecho casero» también conocido como «Máscaras faciales«. ¿Pero por qué se toma esta decisión contra la opinión de los expertos?
El presidente de la Fundación Huésped (reconocida internacionalmente en la materia) forma parte de los expertos que asesoran al presidente, Alberto Fernández. Ayer, en una nota que brindó a Télam y luego replicó Clarín, Pedro Cahn advirtió sobre la inconveniencia de estos métodos.
En ambos casos (tanto si se usa un tapabocas o un barbijo), explicó, dan una falsa sensación de seguridad que deriva en la relajación de las medidas importantes: higiene y distanciamiento: «es que la gente se confía y empieza a relajarse con lo importante, como mantener distancia o lavarse las manos».
Para no utilizar el barbijo, hay otra razón, que es un recurso escaso y hay que dejárselos a los médicos y los que cuidan personas con diagnósticos de Coronavirus.
Cahn detalló sobre este punto que «El uso indiscriminado de barbijos está llevando al mundo a una especie de guerra, donde hay gobiernos como el de Estados Unidos que van y ponen plata al pie del avión a distribuidores que tenían que entregar la mercadería a otros países o estados europeos que se roban los barbijos entre sí».
También fue consultado sobre diferentes recomendaciones para confeccionar «barbijos caseros», cómo hizo la municipalidad de Chacabuco, que pidió que se realicen con algodón 100%. El infectólogo consideró que «no tienen ninguna efectividad demostrada”.
Los argumentos de la Municipalidad son dos: que ya lo hizo la Municipalidad de General Lamadrid, y que evitaría que quién tenga el virus lo disemine. El especialista contestó: «Quizás sirvan para que si alguien tiene el virus no lo transmita, pero tampoco se sabe; entonces puede ser un aporte o puede dar una confianza excesiva que haga que la gente baje la guardia».
Aunque la prevención del contagio del barbijo médico está en uso, muchos otros especialistas también sostienen que así y no sería recomendable usarlo porque la medida más efectiva y confiable es el distanciamiento.
En el caso del barbijo profesional, un problema adicional es el tema de la calidad, el tipo, la colocación, el descarte, entre otras cosas, que hay que saber hacer.
¿Qué pasaría si escuchando las palabras de quienes gobiernan la ciudad todos los vecinos concurrieran a comprar barbijos?
Para dejarlo en claro, Cahn finalizó la entrevista señalando lo que es lógico: «Lo que necesitamos es mantener el equipo de salud activo. Hay una estimación de decenas de millones de equipos de protección personal que vamos a precisar cuando llegue el pico de la epidemia. Entonces, si la gente empieza a usar el barbijo de cualquier manera lo que va a pasar es que cuando necesiten un médico no lo van a encontrar porque no vamos a tener barbijos para que se protejan«.
En resumen, la máscara facial, por un lado se dice (no fue comprobado) reduce la distancia donde se lanzan «microgotas» al estornudar y hablar, pero la seguridad que brinda termina por hacer que nos acerquemos.
La Organización Mundial de la Salud tampoco recomienda el uso. Sin importar esto ni la palabra de los expertos, hay quienes incluso obligan al uso, como es el caso del Municipio de General Lamadrid.