El pasado viernes Chacabuco recibió la visita del dirigente peronista y ex Canciller Jorge Taiana, quien llegó a Chacabuco para participar del lanzamiento de Primero la Patria, la agrupación de la que forma parte Fuerza Preronista, la agrupación local que conduce Francisco Bruno.

Taiana mantuvo en la ciudad una intensa actividad que comprendió una reunión con líderes sindicalistas de la ciudad y reuniones privadas con dirigentes locales, regionales y nacionales, entre estos últimos mantuvo un encuentro con Julián Domínguez que luego se plegó al acto en UOMA que cerró la visita de Taiana.

Acerca de su visita para acompañar el lanzamiento de Primero la Patria, el dirigente sostuvo «Los he estado acompañando desde su nacimiento, hemos conversado mucho, sigo de cerca y lo sigo de carca porque veo la potencialidad».

Y se mostró confiado en la construcción de ese espacio: «tengo muy buena opinión de cómo han ido procesando diferencias, cómo han ido consolidando una posición y cómo este trabajo está dedicado a colaborar, a construir, en este proceso de convergencia política que está realizando el peronismo, el movimiento nacional, para prepararse para defender los derechos del trabajo y de la producción que están tan agraviados por este gobierno y al mismo tiempo prepararse para construir una victoria electoral que será el año que viene y que permitirá reintroducir a nuestro país a un camino de desarrollo con justicia, con soberanía y con libertad».

Sobre las reuniones que mantuvo con dirigentes, especialmente con Julián Domínguez, de quien opinó «es además de un compañero, un buen amigo, que valoro mucho y cree que en ese encuentro hemos podido sentir todos una sincronía en el pensamiento».

Sobre la reunión con representantes gremiales contó que «nos hablan de los despidos, nos hablan de la suspensiones, nos hablan de los cierres, nos hablan de flexibilizaciones laborales impuestas de hecho por la fuerza, pero también nos hablan de la constancia, de la defensa de los intereses de los trabajadores, de la defensa de las organizaciones gremiales y la necesidad que el espacio político y básicamente el peronismo se pronuncie claro y tenga una actitud decidida en defensa de los trabajadores y de la producción nacional».

-¿Qué posibilidades hay de que el peronismo vaya unificado, se presente como una única lista en 2019?

-Yo creo que hay muchas posibilidades que la gran mayoría del peronismo vaya junto. Porque entiendo que en el pueblo peronista hay un reclamo de unidad grande para enfrentar a Cambiemos. Así que yo confió en que los dirigentes que puedan ser más reacios a la unidad, cedan finalmente a la opinión y al reclamo del pueblo peronista, que pide unidad para enfrentar y vencer a este proyecto restaurador de cambiemos.

-Estuvo reunido con muchos dirigentes de la sección, de la región, ¿cómo cree que se debe construir o que se debe proceder en regiones como la nuestra?

-Cuando voy a un lugar trato de escuchar lo que piensan los del lugar, como hay que hacer, porque me parece que son los que mejor saben. Así que yo doy mi opinión y converso y tengo cierta visión nacional pero de la construcción local me parece que los que saben son los que están acá y hay que escucharlos a ellos. Escuchar sus mensajes, escuchar sus preocupaciones y me parece que hay que acompañar. Justamente si lo que hablamos es de la importancia de que el peronismo en el interior de la provincia de Buenos Aires, en las ciudades de dimensión intermedia tenga una reflexión profunda y un perfil claro acerca de cómo defender los intereses de los trabajadores y los intereses de los productores, de los comerciantes e industriales de la zona, eso es un trabajo importante y que hay que hacerlo visible, definirlo y extenderlo por toda la provincia. La provincia tiene un desequilibrio poblacional y productivo evidente en términos de la distribución del producto bruto y de la población pero en general hay mucha preocupación en todo el país, por el Gran Buenos Aires, por las tres grandes ciudades de La Plata, Mar del Plata y Bahía. Pero hay una provincia que es el interior bonaerense, que tiene una realidad que no es la misma en todas partes, que tiene distintas necesidades y que además desde el punto de vista del agro, ha pasado por dos momentos muy difíciles que fueron primero las inundaciones y después la sequía. Así que a mí me parece que las compañeras y compañeros que trabajan en ciudades como Chacabuco y la cuarta sección electoral tienen que poder hacer valer una visión con la especificidad propia del interior de la provincia.

-Dada la unidad, hablando en el escenario de 2019, ¿para usted cuales serían las principales propuestas que debe ofrecer el peronismo al pueblo?

-Me parece que en términos de propuestas, la unidad y la convergencia de distintos sectores en el peronismo debe darse alrededor de un programa, de una propuesta política, económica y social, que se contraponga a lo que está haciendo el gobierno, a este proyecto restaurador y que logre un amplio apoyo de la población. Eso se va a debatir y es una realidad compleja, pero lo que les puedo decir es dos o tres conceptos que creo que tienen que estar claros. Primero tenemos que parar con la destrucción de derechos de los trabajadores. Segundo tenemos que recuperar una situación de dignidad para los jubilados y su retribución. Tercero tenemos que detener este proceso de endeudamiento enloquecido de la Argentina que nos está llevando a tener compromisos tremendos hacia el futuro. Cuarto tenemos que detener una apertura económica indiscriminada que está afectando seriamente la capacidad productiva industrial del país. Tenemos que terminar con una política de ajuste perpetua que condena a la desocupación, a la miseria y a la pérdida de poder adquisitivo a los más diversos sectores de la población. En líneas generales tenemos que recuperar un país donde el trabajo y la producción nacional sean respetados, valorados y sea la base de crecimiento económico de nuestro país. Todo el mundo sabe que aproximadamente el 70% del producto bruto y del empleo en la argentina es generado por el mercado interno y por la pequeña y mediana industria. Atacarlo salvajemente como está haciendo el gobierno a esos sectores solo nos va a llevar a un proceso continuo de ajuste. Si a ese ajuste le sumamos el endeudamiento, la inflación y la especulación financiera, estamos en un conjunto que solo nos puede llevar a una peor situación de la que tenemos. Eso es lo que hay que enfrentar. Eso es lo que hay que tener, una política distinta y obviamente esa política hay que acordarla, definirla, presentarla nítidamente ante la población y permitir salir de este sistema de ajuste e ir a un sistema de crecimiento y progreso. No hay futuro si tenemos una Argentina que tiene dolarizada la energía, los alimentos, todas las tarifas, eso es una locura. Eso es una visión que solo puede producir la riquezas de algunos en un muy corto plazo y la miseria de muchos para largo plazo.

-¿Qué reflexión realiza sobre el nuevo decreto que firmó el presidente Macri sobre las nuevas tareas para las fuerzas armadas?

-Yo estoy en contra de ese decreto porque me parece, primero me parece que es ilegal porque es un decreto que presuntamente reforma otro decreto pero que en realidad lo que está afectando es lo establecido en la Ley de Defensa Nacional y en la Ley de Seguridad Interior. Por lo tanto y creo que en el Congreso ya están actuando para hacer una ley que lo elimine, que lo deje nulo y en todo caso habrá seguramente sino el pronunciamiento judicial. Pero más allá de la forma, es decir de que es una ilegalidad lo que hace el gobierno, me parece que es una política contraria al interés y a la soberanía nacional. Contraria a la soberanía nacional porque afecta de una manera fuerte y decisiva lo que es el objetivo principal del instrumento de la defensa nacional que son las fuerzas armadas. Las fuerzas armadas son instrumentos de la defensa nacional y su organización, su logística, su armamento y su entrenamiento, está orientado a defender la integridad territorial del país y a enfrentar y a disuadir una invasión y un ataque de un ejército extranjero. Entonces ese objetivo es primordial y ese objetivo tiene un valor disuasivo enorme. El argumento que dice el gobierno, que no hay hipótesis de conflicto, es una tontería. Los países tienen fuerzas armadas porque quieren tener un poder disuasivo sobre cualquiera que intente hacer algo y nosotros como país debemos recordar que tenemos parte de nuestro territorio ocupado por una potencia extranjera y eso está ocupado por la fuerza de las armas. La Constitución establece claramente que nosotros vamos a recuperar el ejercicio efectivo de la soberanía sobre las islas Malvinas a través de medios políticos y diplomáticos. Pero en esos medios políticos y diplomáticos y en la voluntad de poder llevar a la mesa de negociación, como plantea Naciones Unidas, al Reino Unido es importante la capacidad disuasiva y la existencia de una fuerza armada que defienda la soberanía y que tenga un cierto poder disuasivo sobre cualquier fuerza extranjera. Entonces eso afecta a la soberanía argentina y eso no es una maniobra aislada del gobierno, esta maniobra es una consecuencia también de decisiones que tomó el gobierno como fue hace pocas semanas la salida de la Unasur. El gobierno argentino sale con otros países de la Unasur y sale porque quiere salirse de cualquier instrumento de integración y particularmente Unasur que tiene un concejo de defensa sudamericana que planteaba la defensa regional bajo dos conceptos. Una defensa democrática y solidaria entre los países de la región y un concepto de la región se defiende a sí misma y no tiene que haber fuerzas extra regionales dentro de Sudamérica. Eso es lo que abandona porque el gobierno como en tantos otros temas está tratando de alinearse detrás de los estados unidos como gran potencia hegemónica de la región. Se hace la alianza con un país como los Estados Unidos que plantea que los países nuestros no tienen que tener fuerzas armadas, se ha acabado la guerra fría, no tienen intereses en que haya fuerzas convencionales militares y prefieren que esas fuerzas se vayan convirtiendo en fuerzas que se encarguen en tareas de seguridad en verdaderas guardias nacionales. Quieren que se dedique a la lucha contra el narcotráfico, quieren que se dedique a la lucha contra el crimen organizado, contra la trata de personas, contra el tráfico de armas, contra distintas situaciones de organizaciones criminales y también que sean un auxiliar de la fuerza del control del orden que cumple un cierto espacio represivo. Eso es lo que están conversando y avanzando en distintos países de la región y esto es lo que ahora el gobierno argentino ha cedido y concedido al gobierno de los estados unidos. por otro parte en la argentina debemos reconocer que el pacto democrático que sostiene desde hace más de 30 años el funcionamiento de las instituciones, se ha basado en buena medida en la coincidencia de tener perfectamente separadas la seguridad y la defensa, las tareas de seguridad y la defensa. Lo que hace el gobierno es mezclarlas, eso no es bueno y eso ha tenido malos resultados en los lugares donde se ha aplicado. Pregunten sino en México como les ha ido con meter la fuerza armada en la lucha contra el narcotráfico. Pregunten como le ha ido en Colombia y vean lo que hace estados unidos, que son los que aconsejan eso, pero ellos no practican eso. El ejército de estados unidos no tiene nada que ver con el narcotráfico, ni con el delito organizado. El ejército de estados unidos se prepara para defensa de la soberanía nacional o para invasiones en otros lados, pero en todo caso no se mete en los temas internos. Por eso estoy en contra de ese decreto que obviamente tiene la finalidad y el objetivo de transformar a las fuerzas armadas en un auxiliar de las fuerzas de seguridad. Eso es un disparate.