Las elecciones 2019 y la coyuntura en la que se desarrollan ocupan gran parte de la agenda mediática de los últimos tiempos. Acuerdos, candidaturas, declaraciones dirigenciales que van y vienen, pero… ¿Qué opina la juventud al respecto?
La Posta se interesó en la palabra de los más jóvenes de la militancia política en distintos espacios de la ciudad. De esta manera, dialogamos con Tomás Domínguez (Partido Justicialista), Agustina Rodríguez (Juventud Radical), Matías Cicerchia (Jóvenes PRO) y Gonzalo Barrientos (Unidad Ciudadana – Fuerza Peronista) acerca de su análisis de la política, la participación y el lugar que se le da a los jóvenes en sus espacios, y el panorama electoral de cara a las elecciones de octubre.
En esta oportunidad, compartimos la charla con el concejal, Tomás Domínguez.
¿Cómo es la participación de los jóvenes en la política?
La participación de la juventud en la vida política de nuestra Nación constituye un gran avance en nuestra vida democrática; frente al ataque atolondrado que muchas veces sufrió la política ante quienes pretenden eliminarla porque “hay malos políticos”, como si se pretendiese eliminar la medicina porque existen malos médicos.
Como jóvenes debemos asumir el desafío de regenerar la política en su vocación transformadora, recobrando la rebeldía como una característica inherente a la juventud que no se resigna frente a lo injusto. En este sentido, se debe disgregar la juventud como una mera caracterización generacional, para entenderla como un estado del espíritu, pudiéndose encontrar jóvenes viejos, y ciudadanos mayores con juventud acumulada.
Merece la pena destacar que en los grandes tiempos históricos la juventud ha sido protagonista y ha estado a la altura de las circunstancias. Sin duda, en la Argentina, como en el resto de Latinoamerica, en diferentes expresiones y ámbitos de participación, está emergiendo una nueva juventud solidaria organizada para “hacer lío”, comprometida con la realidad y con volver a discutir el orden establecido que impone el individualismo.
Cada joven que se ha acercado a participar dentro del justicialismo, lo ha hecho con un profundo sentido social, entendiendo que en la solidaridad se llega al sendero de la militancia peronista, y a partir de ahí, la mayoría de los jóvenes, comienza su vida como militante político.
Por último, y sin duda alguna, podemos afirmar que el gran enemigo de la juventud es el individualismo y sus consecuencias en las metas de vida, donde inexorablemente se pone en juego el desarrollo de cada persona.
Ante esto, muchos jóvenes deciden salir de la comodidad y el egoísmo para volver a llenar de vida y de sentido solidario la participación política en la vida institucional del Partido Justicialista.
¿Se tiene en cuenta a los jóvenes para la toma de decisiones y el armado de las listas?
Sí, los jóvenes forman parte de la toma de decisiones y siempre ocupamos lugares en las listas.
En mi caso, tengo la posibilidad de ser en concejal más joven, y de trabajar con muchísimos jóvenes que han tenido experiencia en la gestión y en la militancia peronista.
Muchos jóvenes en los últimos años han asumido lugares de altísima relevancia a la hora de la toma de decisiones y de ocupar lugares de poder; y siempre la juventud ocupó lugares preponderantes en la vida partidaria del justicialismo.
Hoy, el desafío es que los jóvenes encuentren un lugar de representación y de participación, y en esa dirección es que muchos encuentran en Ricardo Ciminelli la posibilidad de formar parte de un equipo donde se los escucha, se los tiene en cuenta, pero sobre todo, se los incluye en un proceso de integración generacional.
¿Cómo ves la situación del país de cara a las elecciones del 2019?
La Argentina ha retomado el sendero de endeudamiento y ajuste que ha llevado, a un proceso de desindustrialización y de ruptura del tejido social, comenzando a destruir, en la mayoría de las familias, la expectativa de movilidad social.
La mayoría de los vecinos nota un deterioro en el poder adquisitivo del salario, y muchos que perdieron sus puestos de trabajo tienen muchísimas dificultades para garantizar las necesidades básicas en sus hogares.
El reflejo inmediato en nuestras comunidades de la provincia de Buenos Aires, es la modificación en las pautas de consumo: donde había asados y vacaciones para la mayoría de los trabajadores, proliferan los carbohidratos y las segundas marcas.
La mayoría de los comercios sienten una merma en el consumo, lo que no sólo se refleja en una caída en las ventas y en el margen de ganancias, sino en el cierre de comercios y de muchas pequeñas y medianas empresas que no tienen donde colocar sus productos en un mercado interno cada vez más restringido.
Frente al aumento de los niveles de pobreza, el constante aumento de precios, y la devaluación de nuestra moneda, la pérdida de puestos de empleo y el constante ataque hacia los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad, como los jubilados y discapacitados, queda en evidencia el fracaso del gobierno de Cambiemos.
Nadie que se precie de buscar la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de nuestra Nación puede mencionar un solo acierto del gobierno o una razón como para volver a votar dicha coalición electoral, compuesta entre liberales del PRO y los radicales conservadores.
Frente a todo lo mencionado, el desafío es volver a interpretar los sueños de justicia social, soberanía política e independencia económica que han hecho que el pueblo deposite su confianza en el peronismo.
¿Algo para agregar?
En el último tiempo, hemos recibido a muchos jóvenes que se acercaban para indagar sobre la participación política y la vida legislativa del Concejo Deliberante, lo cual nos ha llenado de orgullo, por los profesores comprometidos con nuestra comunidad que los alentaron, pero, sobre todo, porque encontramos en los estudiantes de hoy, los futuros dirigentes de nuestra comunidad.
Ojalá que el tiempo que viene nos permita avanzar sobre las discusiones pendientes en un marco de respeto y de diálogo, que además favorezca la comprensión de los nuevos procesos de transformación que atraviesa nuestra sociedad y un mundo cada vez más fragmentado.