La Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) impulsa regularmente «apostasías colectivas». Este sábado en Buenos Aires se realizó como un gesto de repudio después que el Senado rechazase el proyecto para legalizar el aborto, al considerar que lo hizo influenciado por una Iglesia con «privilegios» en el país.

Lo sorprendente del caso es que desde los años que lo realizan ahora se ha multipicado la cantidad de gente dispuesta a dejar de formar parte de la iglesia, renunciando su pertenencia a la misma.

«Hasta el momento, mucha gente estaba despreocupada de su pertenencia a la religión Católica, pero, a día de hoy, han decidido que no quieren estar representados por una ideología que atenta contra sus derechos«, cuenta a Efe Pao Raffetta, impulsora de la campaña de apostasía colectiva en la capital argentina.

Ayer se siguieron recolectando solicitudes para dejar de ser católico así desvincularse con la tradicional iglesia católica. Son más de mil en Buenos Aires los que los han solicitado y la tendencia se reproduce en varias ciudades de todo el país.

Los textos serán entregados viernes 24 a la Conferencia Episcopal Argentina junto a las firmas que se reunieron durante la jornada de la sesión del proyecto de ley que buscaba la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo el 8 de agosto.