Un ex líder de las fuerzas croatas bosnias se suicidó momentos después de que se leyera su condena por perseguir, expulsar y asesinar a musulmanes durante la guerra de Bosnia que se desarrolló de 1992 a 1995.

Slobodan Praljak era juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia de La Haya que confirmó su sentencia a 20 años por crímenes de guerra. Tras ello, el criminal ingirió un veneno cuyo origen se desconoce falleciendo a las dos horas en un hospital de la Haya.

Praljak era ingeniero eléctrico en Zagreb, trabajó como productor de teatro, cine y televisión y como profesor de filosofía y sociología. A principios del verano de 1991, se unió al ejército de la República de Croacia, donde, desde el 3 de abril de 1992, tenía el rango de general de división.

Según los jueces, «causó un daño desproporcionado a la población civil musulmana». Entre sus delitos, destacaron que instigó el odio político, étnico o religioso, el uso de la fuerza, la intimidación y el terror, incluidas detenciones masivas en las que murieron personas.

Luego, participó en el establecimiento y desarrollo de un sistema de campos de concentración y otros centros de detención. También supuestamente, a través de malos tratos a musulmanes bosnios, motorizó su deportación forzada y sometió a las poblaciones encarceladas a trabajos forzados.