Las películas protagonizadas por niños son casi un subgénero en el cine, pues no necesariamente supone que están dirigidas a público infantil. En el cine, se dice, no hay películas para niños.

Acá te traemos tres películas que han marcado un hito, pero que son bien diferentes entre sí. En todas ellas un niño o niña es protagonista. Pero cada una tiene su particularidad.

El perfecto asesino

Es la historia de un asesino a sueldo que sorpresivamente queda a cargo de una niña que deberá cuidar. La entonces niña Natalie Portman, se ganó un destacado lugar por el gran papel que creó. A su lado, otro gran actor, Jean Reno, quien encarna el asesino.

Con él deberá aprender pero él también aprenderán. ¿pero qué les depara esa vida frágil?

Por último, y no menos importante es el soundtrack que tiene como pista principal la canción de Sting The Shape of My Heart (LA forma de mi corazón), utilizada para los créditos en una escena que quedará en tu memoria.

El sexto sentido

Pocas películas han sido tan innovadoras como el caso de Sexto Sentido. Abunda el suspenso y tiene una historia original que te hará pensar más de una vez.

Aunque pueda cosechar críticas por utilizar recursos taquilleros de la época, lo cierto es que más pasa el tiempo, más se la valora.

Es sencillamente la historia de un niño que descubre una extraña capacidad, la de ver personas muertas. ¿Por qué las ve? ¿Es su imaginación o realmente están ahí?

El protagónico es interpretado por Haley Joel Osment, un niño por la década del ’90. En tanto que quien ayudará en este trance será un psicólogo, interpretado por Bruce Willis. La cinta fue estrenada en 1999 y fue todo un fenómeno.

El laberinto del fauno

La hemos dejado para lo último porque es la que más nos ha gustado. Dirigida por Guillermo del Toro (El Orfanato, Historias de miedo para contar en la oscuridad, y decenas de otros filmes), es la historia de una niña de 11 años, Ofelia (Ivana Baquero), que es avisada de ser la princesa de un inframundo.

En una España franquista, llena de represión a diferentes formas del pensamiento y de la personalidad, este mundo imaginario es insertado con mucho cuidado por el director. Las animaciones no hacen perder la narrativa, todo lo contrario. Esperadas como todas las animaciones irrumpen en la historia sin interrumpirla.

Un padre adoptivo y miembro de las milicias franquistas obliga a la niña y su madre a vivir en un lugar alejado. Allí, mediante un extraño ser es conducida ante el fauno, un personaje mitológico que la convence de ser la princesa de aquel reino.