El multimillonario Donald Trump se convirtió ayer en el único aspirante en carrera por la nominación del Partido Republicano a la Casa Blanca, después que su último adversario en la primaria, John Kasich, interrumpió su campaña.

Kasich lo hizo justamente un día después que hiciera lo mismo el senador ultraconservador Ted Cruz, ante el fracaso de la tentativa hilvanada por ambos de bloquear la marcha imparable de Trump hacia la nominación durante la convención partidaria, prevista para julio en Cleveland.

El gobernador de Ohio anunció este miércoles el fin de su campaña por la nominación presidencial del Partido Republicano para las elecciones de noviembre, y con ello dejó al millonario Donald Trump sin más adversarios en la disputa partidaria.

Kasich y Cruz soñaban con impedir a Trump lograr el número necesario de delegados para forzar varias rondas de votación en la convención y así tratar de destronar al polémico millonario.

La Convención Nacional Republicana, que se celebrará el próximo Julio en Cleveland, designará oficialmente al candidato presidencial.

De todas formas, Trump habló tras su victoria en Indiana con el Presidente de la Convención Republicana, Reince Preibus, quien le aseguró su apoyo.

 

Trump consiguió hasta ahora 1.053 delegados en las primarias y precisa de 1.237 para confirmar su victoria en la disputa interna durante la convención republicana prevista para julio.

Pero al ser el único en carrera, su nominación resulta ahora prácticamente inevitable, cuando restan elecciones en estados importantes, como California.

 


 

Desde el otro lado del escenario político, Hillary Clinton sufrió una dura derrota en Indiana frente a Bernie Sanders, que se llevó la victoria con 52,5% de los votos.

Sanders insiste en no retirarse, pese a que la suerte parece echada: con 2.215 delegados, a Clinton le falta muy poco para llegar a los 2.383 necesarios para ser nominada.