A cuatro años de la primera movilización masiva del Ni Una Menos en nuestro país, se conocieron los datos de los femicidios ocurridos en el 2018. En total, según estadísticas de la Oficina de la Mujer, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, fueron 278 las mujeres asesinadas y cuyas muertes fueron caratuladas como «femicidio».

Como primer dato desprendido del informe, es que el año pasado no se redujo la cantidad de víctimas de femicidio con respecto al 2017. En los últimos meses, son varias las organizaciones feministas, sociales y políticas que denuncian desfinanciamiento y falta de inversión en áreas correspondientes a la erradicación de la violencia de género.

Por otro lado, se advierte que el 44% de los femicidios tuvieron como víctimas a mujeres de entre 24 y 44 años, y que en el 83% de los casos existía un vínculo previo con los femicidas.

A la hora de juzgar el trabajo de la justicia, se conoció otro dato duro e importante para conocer la realidad sobre el accionar y la celeridad del Poder Judicial: sólo el 3% de los hombres acusados de femicidio, y detenidos, tuvo una sentencia firme en 2018.

El completo informe de la CSJN también estima la tasa de femicidios por provincia sobre cien mil mujeres. En ese sentido, se supo que las provincias con tasas más elevadas fueron Neuquén (1,85), Tucumán (1,67), San Luis (1,60), Entre Ríos (1,59), La Rioja (1,56), Chaco (1,51), Salta (1,43) y Corrientes (1,43). A nivel nacional, la tasa promedio es de 1,1. En la Provincia de Buenos Aires, la tasa es de 1,16. En Tierra del Fuego y Santa Cruz no se registraron investigaciones abiertas por muertes violentas contra una mujer en todo el año.

La mayor parte de los femicidios, el 56%, fueron cometidos «por parejas (103 casos) o ex parejas (60 casos) de las víctimas y un 15% por familiares». El informe manifiesta que el principal escenario de los femicidios fue el hogar de la víctima (66%), seguido por espacios públicos (19%) y otras viviendas (9%).

El informe despertó quejas y reclamos sobre la celeridad y el accionar del Poder Judicial en nuestro país. Cabe recordar que en el año 2012, y por unanimidad, el Congreso de por aquel entonces aprobó incorporar la figura de «femicidio» como un agravante a una pena, aunque todavía no esté reconocido como figura penal autónoma.

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