La semana pasada comenzó la polémica sobre las 132 viviendas que el municipio construirá de un total de 272 que originalmente fueron anunciadas.
Según se conoció, 132 viviendas construidas de manera tradicional serán el equivalente presupuestario de 272 viviendas que iban a construirse con un método más económico. A lo que debe sumarse las idas y venidas del proyecto para su readaptación, tiempo en el cual la inflación mermó el poder adquisito del presupuesto para las viviendas.
Ello significó que la oposición salga a criticar el anuncio del oficialismo, que el pasado viernes no pudo realizar la apertura de ofertas para las viviendas, que debió postergarse.
Mediante la red social Facebook, el secretario de Evaluación de Gestión, Maximiliano Felice, realizó un extenso descargo donde les recordó a la oposición que gobernaron 16 de los últimos 24 años y que entre las promesas que hicieron hubo una de 800 viviendas que no llegaron a cumplir.
Así sostuvo que «usan la necesidad de la gente para realizar promesas a mansalva«. Y recordó las promesas incumplidas del peronismo, entre ellas las viviendas que no fueron terminadas a muchos vecinos, pero que también es cierto.
En medio de las elecciones comienzan a sacarse, como trapitos al sol, las promesas incumplidas. Pero también evidencia una problemática, la de la relación del municipio con las empresas, gobierne quien gobierne, que muchas veces ponen condiciones leoninas, no cumplen los contratos, se benefician del dinero público, y cuando no terminan la obras se escapan o desaparecen, presentan quiebra o aplican diversos artilugios para detener la obra que entra en judicialización y luego la nada misma.
Sirvan de ejemplo: Autopista 7, las casas a la que Felice hace referencia, la falta de servicios (también por la falta de inversión de las empresas), loteos sin orden, las 132 viviendas que todavía no están licitadas, y que la ordenanza de zonificación nueva no resolverá muchos de estos problemas. Otro más: en la construcción de la tercer ala la cooperativa que se encargó de las aberturas no recibe los pagos, porque la empresa se niega a pagar.
El secretario comenzó por recordar que «Desde hace años y en forma exclusiva, el tridente Domínguez – Golía – Barrientos, ha tenido el manejo vertical del peronismo, en todas sus vertientes y ramas, del año 95 a la fecha, y de hecho gobernó 16 de los últimos 24 años en nuestra ciudad. Hoy vuelven a la carga, con voceros como Ricardo Ciminelli, Martín Carnaghi y Hugo Moro, todos empleados directa o indirectamente del otrora ex intendente, ministro de Obras Publicas, Ministro de Agricultura y también legislador provincial y nacional, entre otros cargos».
Martín Carnaghi, uno de los precandidatos del peronismo, quien había señalado que «lo inédito es prometer 400 viviendas y no hacer ninguna», y agregó «El gobierno municipal acumula una serie de anuncios incumplidos y declaraciones desafortunadas en este y otros temas. Y eso los vecinos de Chacabuco lo saben». Allí también adelantó que un eje central de su propuesta de campaña será la construcción de viviendas con fondos propios.
Felice criticó a capa y espada a Ricardo Ciminelli tanto como a Martín Carnaghi. Del primero señaló: «Es cierto que su inicio se ha visto demorado (las 272 viviendas), entre otras cuestiones porque se intentó que las mismas sean realizadas de forma directa por la Cooperativa Eléctrica para asegurarles la fuente de trabajo a los empleados de Obras Civiles , inclusive a pedido de estos se gestionó el cambio de construcción en seco por tradicional, aun así y luego de varias dilataciones en la definición, el Presidente de la Cooperativa y candidato a Intendente Ricardo Ciminelli, renunció a hacerlas manifestando no le «cerraban» los números».
Sobre Carnaghi dijo: «Párrafo aparte merece el otro candidato de la interna del peronismo Martín Carnaghi quien propone, después de ser parte de los 12 años de las gestiones de Golía y Barrientos trabajar en el ordenamiento territorial y hacer realidad el acceso a la vivienda«.
Así Felice recordó las supuestas irregularidades, de los gobierno de Golía y Barrientos, quienes actuaron «permitiendo loteos irregulares por doquier, comprando quintas para repartir y otorgar terrenos a algunos vecinos con buen poder adquisitivo, que lejos estaban de ser beneficiarios de un plan social de viviendas«. Este punto incluso había sido criticado por el propio Carnaghi a las anteriores administraciones, pero también a la gestión de Aiola por no avanzar con los servicios para los beneficiarios de los loteos de dos quintas.
Felice redondeó que «Respecto a hacer realidad el acceso a la vivienda quiero aclararle a Carnaghi que el ex intendente Barrientos, con quien él milito y acompañó hasta el último día de esa gestión, no construyó ningún plan de viviendas«.
Pero más duro fue con el exintendente Darío Golía, de quien publicó una foto sobre un artículo periodístico con el título «Se van a hacer las 800 viviendas».
«Poco puede ser prometer 800 viviendas y terminar haciendo menos de un cuarto como les paso siendo gobierno, que tampoco es mucho si se tiene en cuenta el déficit habitacional. Mucho puede ser para algunos vecinos ser beneficiarios de un Plan Familia Propietaria o un Plan Federal de Viviendas, pero también puede ser poco para aquellas decenas de familias a las que no pudieron terminárselas desde 2005 a 2015 que dejaron la gestión», expresó.
Para finalizar su descargo Felice comentó: «Muchos pueden ser los dirigentes que en campaña usan la necesidad de la gente para realizar promesas a mansalva, pocos pero muy pocos las han ido cumpliendo y con creces como lo ha hecho nuestro Intendente Víctor Aiola, eso es gestionar, no es jugar a la «casita robada» o entrar en comparaciones de cuantas viviendas sociales se podrían haber construido con los bolsos de López o los contratos de Hotesur».
Cerró respaldando la candidatura de Víctor Aiola y explicando la idea de la gestión es «primero los servicios, y luego una vivienda digna a muchos vecinos que lo están necesitando».
Texto completo:
«La oposición por la oposición misma, nada puede construir»
Desde hace años y en forma exclusiva, el tridente Domínguez – Golía – Barrientos, ha tenido el manejo vertical del peronismo, en todas sus vertientes y ramas, del año 95 a la fecha, y de hecho gobernó 16 de los últimos 24 años en nuestra ciudad. Hoy vuelven a la carga, con voceros como Ricardo Ciminelli, Martin Carnaghi y Hugo Moro, todos empleados directa o indirectamente del otrora ex intendente, ministro de Obras Publicas, Ministro de Agricultura y también legislador provincial y nacional, entre otros cargos.
Estos mismos voceros manifiestan y exigen, en distinto orden y con cierta liviandad política, que a la hora de construir viviendas debe existir “planificación y orden” , que “se juega con la ilusión de la gente”, que “hay terrenos que no tienen servicios” o que ahora sí, “si nos toca gobernar, vamos a construir viviendas con fondos propios y con ordenamiento territorial para hacer realidad el acceso a la vivienda”.
Voy a aclarar en principio que las 132 viviendas llamadas a licitación son solo la primer etapa de las mencionadas 272, cuyos proyectos y módulos restantes de 28 y 112 viviendas aún se encuentran vigentes. Es cierto que su inicio se ha visto demorado, entre otras cuestiones porque se intentó que las mismas sean realizadas de forma directa por la Cooperativa Eléctrica para asegurarles la fuente de trabajo a los empleados de Obras Civiles , inclusive a pedido de estos se gestionó el cambio de construcción en seco por tradicional, aun así y luego de varias dilataciones en la definición, el Presidente de la Cooperativa y candidato a Intendente Ricardo Ciminelli, renunció a hacerlas manifestando no le “cerraban” los números, tiempo después de esa espera, se decidió avanzar en la licitación pública donde llamativamente, aún con las mismas condiciones propuestas en su momento a la Cooperativa, 5 empresas compraron los pliegos para presentar su oferta. Hoy, inclusive, se prevé una modificación tentadora para las constructoras pero sin embargo parece que a Ciminelli sigue sin “cerrarle” sus números poniendo en riesgo la fuente laboral de los empleados de Obras Civiles de la Cooperativa. Nada me llama la atención que no le cierren los números a quien ha llevado a la Cooperativa a cerrar durante años y años con un déficit continuo, inclusive manteniendo una deuda de más de 70 millones con el gremio o siendo el propio Ciminelli quien ha prometido, en todas sus campañas a presidir nuestra cooperativa, el traslado y la construcción de viviendas en el predio de obras civiles frente al Barrio Los Robles y en más de una década como mínimo no ha sabido concretar.
Párrafo aparte merece el otro candidato de la interna del peronismo Martin Carnaghi quien propone, después de ser parte de los 12 años de las gestiones de Golia y Barrientos trabajar en el ordenamiento territorial y hacer realidad el acceso a la vivienda.
Ordenamiento que no supieron o no quisieron llevar adelante cuando la ciudadanía ya les dio la oportunidad, permitiendo loteos irregulares por doquier, comprando quintas para repartir y otorgar terrenos a algunos vecinos con buen poder adquisitivo, que lejos estaban de ser beneficiarios de un plan social de viviendas, sin prever que su entrega debía ser con los servicios básicos de la misma forma que se le exige a un privado , sin embargo no lo hicieron e inclusive cuando 9 años después entregaron el gobierno, ni siquiera estaban los fondos para realizarlo y en eso tuvimos y tendremos que invertir muchos millones para llevar servicios esenciales que es lo que seguiremos haciendo hasta terminar con el ultimo lote. Respecto a hacer realidad el acceso a la vivienda quiero aclararle a Carnaghi que el ex intendente Barrientos, con quien él milito y acompaño hasta el ultimo día de esa gestión, no construyó ningún plan de viviendas.
No voy a ahondar mucho en refutar declaraciones de quienes están en campaña porque en estas cuestiones hay que ser responsables, aun siendo oposición, y el “poco” o “mucho” puede ser muy relativo ya que una sola vivienda es bienvenida para solucionarle un gran problema a una familia. Poco puede ser prometer 800 viviendas y terminar haciendo menos de un cuarto como les paso siendo gobierno, que tampoco es mucho si se tiene en cuenta el déficit habitacional. Mucho puede ser para algunos vecinos ser beneficiarios de un Plan Familia Propietaria o un Plan Federal de Viviendas, pero también puede ser poco para aquellas decenas de familias a las que no pudieron terminárselas desde 2005 a 2015 que dejaron la gestión. Muchos pueden ser los dirigentes que en campaña usan la necesidad de la gente para realizar promesas a mansalva, pocos pero muy pocos las han ido cumpliendo y con creces como lo ha hecho nuestro Intendente Víctor Aiola, eso es gestionar, no es jugar a la «casita robada» o entrar en comparaciones de cuantas viviendas sociales se podrían haber construido con los bolsos de López o los contratos de Hotesur.
Falta mucho, sí falta mucho por hacer.
Falta poco, sí falta muy poco para que la ciudadanía ratifique el cambio iniciado en 2015 y podamos seguir aportándole, planificada y ordenadamente, primero los servicios, y luego una vivienda digna a muchos vecinos que lo están necesitando.