Daniel Oromé fue otro de los vecinos que hizo uso de la banca abierta en la sesión legislativa de la noche de ayer. Oromé ya se había acercado en otras oportunidades al Municipio a solicitar trabajo, ya que vive de changas y no puede mantener a su hijo.

«Vengo acá porque estoy cagado de hambre. No doy más«, comenzó en su relato el vecino, que agregó que «pido trabajo y acá me dicen que no me pueden dar por mis antecedentes, ¿Cómo hago para reinsertarme en la sociedad?».

«Yo no hago más cosas malas, ni consumo más hace cuatro años. Pero parece que me están empujando a que lo haga, porque no me dan oportunidades. Yo ahora tengo un hijo, y no quiero que lo señalen a él. Quiero hacer las cosas bien, pero no me dejan. Lo único que pido es un trabajo, no me importa la cantidad de horas ni de días», continuó Oromé.

«Empapelé la ciudad con currículums, y me quedé sin ninguno. El otro día me pidieron uno en una verdulería, y no tengo plata ni para imprimir un currículum. Le debo a todos los kioscos, a los conocidos, porque le tengo que dar de comer a mi hijo«, siguió el vecino.

Días atrás, en un reclamo que realizó en la Municipalidad, el secretario de Evaluación de Gestión, Maximiliano Felice, le aseguró a él y a otro grupo de vecinos que «acá trabajo no, porque el Municipio está congelado». 

Tras su intervención, Rodolfo «Loli» Serritella, quien presidió el bloque de Cambiemos ante la licencia de Lisandro Herrera, tomó la palabra y manifestó que el caso será debatido en una comisión para ver con qué áreas podrían ayudar al vecino. En la sesión estaba presente también la coordinadora de Derechos Humanos, Lara Molina, y Serritella apuntó que con ella podrían trabajar para buscar también una solución al respecto.