El hecho sucedió en un viaje de colectivos de la empresa Don Otto que debía unir los destinos de Bariloche con Comodoro Rivadavia.

Es usual que dos choferes conduzcan un micro de larga o media distancia, por lo que a medio trayecto uno de los choferes pasó a descansar mientras el otro tomó el timón del ómnibus.

El cambio de chofer sucedió a las 20.10, pero cerca de la 1 de la madrugada comenzó a escucharse al conductor tratando desesperadamente de despertar a su acompañante. «Diego, despertate, diego» contó Mónica, una de las pasajeras del colectivo de la empresa.

Allí su compañero descubrió que no tenía pulso ni reacciones, por lo que entendió que estaba fallecido. Era oriundo de Bariloche, tenía 37 años y recientemente había sido padre.

El colectivo debió seguir camino hasta la rotonda de Río Mayo, donde llegaron a las 3 de la mañana. En el lugar personal de salud constató la muerte de la persona pero se negaron a trasladar el cuerpo.

Mientras tanto, los pasajeros fueron socorridos por líneas de otras empresas que los llevaron hasta el destino. Sin embargo, el chofer debió seguir camino hasta Comodoro Rivadavia adonde llegó a las 7 de la mañana, trayecto que realizó con el difunto como acompañante.