La hija de Donald Trump , Ivanka (modelo, empresaria y ahora política) visitará hoy la provincia de Jujuy en el marco de una gira regional para impulsar un programa de la Casa Blanca relacionado al feminismo.

La gira también incluirá visitas a Brasil y Paraguay, donde al igual que en Argentina Donald Trump tiene gobiernos aliados.

Ivanka funciona en los hechos como la primera dama, ya que Melania, la esposa de Donald, es renuente a ocupar el rol de primera dama.

Como el presidente de los Estados Unidos tiene un discurso misógino, xenófobo y ofensivo, la linda figura de Ivanka realiza la tarea de mostrar la cara sensible de la administración estadounidense.

El tema central de la actividad, anunciaron, será el empoderamiento de las mujeres, algo así como un feminismo de exportación o feminismo corporativo, dirigido a convencer a los empresarios de tomar medidas que igualen las condiciones laborales de las mujeres. Y no más que eso.

Las extrañas ideas de Ivanka, no tienen nada que envidiarle a las de su padre. En la cumbre Mundial de Emprendedores dijo: «Muchas veces hablamos del empoderamiento de la mujer como un asunto de justicia social, que lo es, pero también es un tema de producto interno bruto y tiene un componente de seguridad nacional y lo vemos en la correlación entre los países que discriminan a las mujeres y el riesgo de conflicto«.

En su visita de hoy estará acompañada por el vicesecretario de Estado, Sullivan, y según dijeron será de bajo perfil y sólo estarán en Jujuy para apoyar «emprendimientos». Allí la recibirá el canciller Jorge Faurie.

Las razones de Ivanka para hacer un visita de bajo perfil es precisamente la situación del país, y cuya capital federal, en Argentina, es un hervidero. Para evitar malos entendidos la visita será fugaz y la agenda no se da a conocer.