Parece que la crisis económica que vive la ciudad de Chacabuco no es sólo cuestión de dinero, sino que también atañe a otros ámbitos. Según el nuevo análisis que publicó la ASAP hace algunos días, nuestra ciudad está en la lista de los municipios que peor cumplen la transparencia.

Basado en datos de libre acceso, el informe supone un cuestionamiento para el intendente Víctor Aiola que realizó la campaña basándose en la «transparencia» de su gestión.

Según publicó la ASAP (Agencia Argentina de presupuesto y Adminsitración Pública Financiera) en su informe correspondiente a octubre, Chacabuco tiene casi nulo cumplimiento en informar a los ciudadanos acerca de su condición financiera y presupuestaria.

La asociación evaluó la Transparencia Fiscal Municipal «entendida ésta como el fácil acceso web del ciudadano a la información presupuestaria, fiscal y económico financiera del municipio, más allá de que el mismo haya adherido o no a la normativa».

El informe se realiza para monitorear la aplicación de la ley nacional N° 25.917 de Responsabilidad Fiscal, a la que la provincia de Buenos Aires adhirió mediante la ley provincial 13.295 y que invitó a adherir a los municipios.

En pasado junio se realizó la divulgación del informe correspondiente al primer semestre donde ya se indicaba la baja transparencia del municipio de Chacabuco de cara a los ciudadanos.

Chacabuco 5, Chivilcoy 100

El ranking que elaboró ASAP divide los municipios en función de los plazos y la entrega de información a través de internet. Calificándolos de 0 a 100:

  • a) los de alto cumplimiento (75 a 100)
  • b) los de cumplimiento medio (40 a <75)
  • c) los de bajo o regular cumplimiento (>5, <40)
  • d) los de nulo cumplimiento (de 0 a 5)

Chacabuco al igual que en el informe semestral difundido en junio fue incluido en la lista de municipios con nulo cumplimiento. Diferente ha sido el caso de Chivilcoy, que en cambio, fue categorizado como de excelente cumplimiento calificado con un 100.

En ese grupo también fue incluido San Cayetano, Saavedra, Tandil, Vicente López y La Matanza. En el grupo de cumplimiento medio encabeza Junín con una calificación 73 sobre 100. También figuran Lobos, Colón, Chascomús, Bahía Blanca, Bragado y Trenque Lauquen, entre otros.

El tercer grupo en orden de cumplimiento está formado por los que tienen un cumplimiento bajo o regular. Es el más numeroso de todos, y lo conforman Lanús, Nueve de Julio, Alberti, Azul, Hipólito Yrigoyen, Quilmes, Zárate, José C. Paz, Tigre y otros.

El último grupo, el de nulo cumplimiento es el que conforma entre otros Chacabuco, Rojas, General Arenales y La Plata con 5 puntos y directamente con cero puntos los distritos como Brandsen, Torquinst, Ameghino, General Pinto, Merlo y Salto.

Declaración de emergencia

Esto cobra otra dimensión al conocerse que en el caso de Chacabuco el intendente Víctor Aiola ha declarado una Emergencia Económica que supone medidas extraordinarias como el desdoblamiento del pago de salarios.

La declaración ha reconocido además una importante deuda con proveedores cuyo monto se desconoce. Incluso, se desconoce cuántos empleados tiene la administración municipal. Según la oposición al gobierno de Aiola durante la gestión del intendente se incrementó la planta en 350 empleados.

Falta de transparencia, pero sin embargo, el municipio ha tenido una cifra elevadísima a su disposición para poder aplicar mecanismos de acceso a la información pública. El área de Prensa y Comunicación contó en 2019 con un presupuesto que rozó los 18 millones de pesos. Todo indica que fue a parar a promoción de la gestión en gran parte, y casi nada en comunicación a los ciudadanos de los números que maneja el municipio.

Por último queda para párrafo aparte el hecho que Aiola haya asumido su gestión en medio de críticas severas a la oposición por supuesta falta de transparencia. Una de las primeras acciones de gobierno a poco de arrancar 2016 fue denunciar tanto al exintendente Darío Golía como al exintendente Mauricio Barrientos por supuestas irregularidades.

Lamentablemente, y más allá de las apetencias partidarias de cada ciudadano, lo cierto es que deja mucho que desear la falta de información pública tan necesaria para que los vecinos puedan controlar el accionar de los gobernantes.