La semana pasada en Chacabuco muchas escuelas repartieron entre las familias especies de boletines bajo el nombre de «informes» que contenían calificaciones con letras o «conceptos» en lugar de números.

Calificar no esta permitido por el Ministerio de Educación bonaerense mientras estén suspendidas las clases precenciales por la pandemia, al entender que de esa manera solo calificaría el acceso a las tecnologías comunicacionales, en cambio pidió priorizar los vínculos mediante un proceso de continuidad pedagógica.

Las presiones intensas generaron angustia en las familias, que como todos, quieren lo mejor para sus hijos, pero se veían ahora entre la espada y la pared cuando en la escuela primero les decían que se estaban «atrasando» y luego calificaron a sus hijos.

Como confirmaron a este medio, esto se les informó a las autoridades provinciales y ameritó actuaciones.

La forma en que se recibió esta novedad queda reflejada en los comentarios y testimonios enviados a La Posta de casos similares, que se sumaron a los que disponíamos.

La Jefatura de Inspección en Chacabuco es la máxima autoridad local en materia educativa hasta el momento no hizo declaraciones oficiales.

Tan distinto fue lo que se hizo de lo que estaba permitido, que un alumno de la Escuela Secundaria Nº3 pidió públicamente (por los medios) explicaciones. Que las escuelas recurran a los medios sería innecesario si hubieran canales institucionales para expresarse.

Directivos de la escuela a la que pertenece el joven enviaron a los medios también un comunicado, en este caso resaltando el trabajo que hicieron. A la vez dieron gracias a los docentes que trabajaron haciendo un esfuerzo por encima de sus posibilidades.

Una última repercusión pública provino de parte del Foro en Defensa de la Educación, creado en 2018 cuando la gobernadora Vidal cerró los cursos de las escuelas de Castilla, medida que el intendente Aiola defendió a capa y espada.

«Es responsabilidad de las autoridades educativas del Distrito velar por el fiel cumplimiento de la norma y no dejar caer en la tentación a ninguna institución que quiera ‘valorar’ el proceso de aprendizaje como si estuviera calificando o como sino hubiese irrumpido un virus a nivel global», publicaron.

A continuación publicaciones pedidas:


Publicación pedida alumno Escuela Secundaria Nº 3 (Publicada en Chacabuquero)

Como estudiante de la Escuela Secundaria Normal N°3 quiero repudiar las acciones cometidas por las autoridades educativas de la ciudad de Chacabuco.Me baso en el incumplimiento del documento Base Publicado el dia 12 de Mayo del corriente Año por la Subsecretaria de Educación, que dictamina que: 

– No se calificará el primer bimestre, trimestre, cuatrimestre -según corresponda- en las instituciones educativas, tanto estatales como privadas.- No se registrará asistencia durante la suspensión de clases presenciales Considero un acto de avasallamiento a los derechos de los estudiantes, teniendo en cuenta la situación económica que atraviesa el país y considerando también los problemas de conectividad que algunos alumnos padecen. Espero que estas circunstancias no vuelvan a ocurrir, porqué los damnificados siempre van a ser los alumnos. 
Firma: Bruno Risso, 6°2°, EscuelaNormal


Publicación pedida Equipo directivo Secundaria Nº3

A la comunidad educativa de la Escuela Secundaria Nº3 (Escuela Normal)

 Llegando al término de la primera etapa del ciclo lectivo, previo al receso invernal de esta modalidad de educación a distancia implementada por las circunstancias que ameritan en estos momentos, el Equipo de Conducción agradece y destaca la excelente labor docente, particularmente de profesores, que como profesionales de la educación pública supieron implementar con todos los recursos tecnológicos disponibles para generar procesos de enseñanza-aprendizaje y con su gran capacidad humana para contener y acompañar a las particularidades de todos nuestros alumnos en momentos de incertidumbre y angustia social.

 Extendemos nuestro agradecimiento al compromiso en su labor de preceptores, equipo de orientación escolar, jefes de departamento de integración curricular, encargado de informática, bibliotecaria, docentes en cambio de funciones, maestra de inclusión, acompañantes externos, personal auxiliar e inspectores de educación secundaria por su trabajo en conjunto.

 Por último y no menos importante, agradecemos la predisposición  y acompañamiento de las familias de nuestros alumnos así como también al alumnado en general. / Equipo de Conducción Secundaria N°3 Chacabuco.


Publicación pedida Foro en Defensa de la Educación Pública Chacabuco (Publicado de Radio Lider)

Evaluar en tiempos de pandemia puede ser riesgoso porque básicamente depende de qué se entiende por evaluación. Es decir, para poder hablar de evaluar los aprendizajes en tiempos de COVID- 19 tendríamos que “evaluar” los marcos teóricos que sustentan los docentes que pretenden “evaluar” los aprendizajes de niños y adolescentes.

En primer lugar, queremos destacar que evaluar en tiempos de pandemia deja al descubierto las desigualdades sociales. Para ser más claros, consideramos que existe una real dificultad para evaluar los aprendizajes de alumnos que no tienen conectividad, que en el hogar sólo hay una herramienta tecnológica (con mucha suerte!), con familiares que no pueden acompañar porque no tuvieron oportunidades educativas, con adultos que han perdido su fuente laboral y donde la única preocupación pasa por llevar un plato de comida a la casa.

Evaluar, entonces, en este marco ya marca un límite y define el primer problema. Evaluar en tiempos de pandemia se torna injusto porque no se sabe lo que se está evaluando. Si se evalúan las condiciones de accesibilidad de los alumnas, el grado de acompañamiento de los docentes, el de los padres o el proceso educativo que -“sin aulas-” pudieron transitar los chicos.

Si bien el Ministerio de Educación definió que este período no será acreditado con calificación numérica y que la evaluación trimestral tendrá carácter formativo en nuestra ciudad se viralizaron algunas estrategias de evaluación que tienen una tendencia capciosa.
Las evaluaciones “valorativas” pueden resultar un castigo, una recomendación o un juzgamiento de las condiciones que han atravesado los chicos en tiempos de pandemia y pueden resultar tan o más sancionadoras que la misma nota.

Carina Kaplan, doctora en Educación por la Universidad de Buenos Aires, decía hace un tiempo que los docentes tenemos que tomar esta experiencia inédita como un impulso para que “la sociedad empiece a repensar los sistemas de evaluación tradicionales hacia una evaluación no condenatoria ni punitiva.”

La valoración pedagógica que plantea la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires nos desafía a todos los docentes a evaluar/nos acerca de los avances y las dificultades que las y los estudiantes han experimentado para, y al sólo efecto de, complementarlo más tarde, con instancias de evaluación presencial que serán implementadas oportunamente según las decisiones sanitarias que se vayan adoptando por la evolución de la pandemia. En palabras textuales de la normativa vigente evaluar es: “mejorar y reorientar los procesos de enseñanza y de aprendizaje “.

Es responsabilidad de las autoridades educativas del Distrito velar por el fiel cumplimiento de la norma y no dejar caer en la tentación a ninguna institución que quiera “valorar” el proceso de aprendizaje como si estuviera calificando o como sino hubiese irrumpido un virus a nivel global.

Consideramos, además, que todos tenemos que reflexionar profundamente acerca del sentido de la evaluación para hacerla más democrática y más justa. / Foro en Defensa de la educación pública