Ayer lunes fue un día de recambio para la administración política de nuestra ciudad. Como establece la ley orgánica de las municipalidades, se realizó en la mañana el acto protocolar que puso en funciones a los concejales electos.

Y por la noche se hizo lo mismo con el intendente. Víctor Aiola fue embestido nuevamente por ganar las elecciones de octubre y lograr un segundo mandato como representante de la alianza de la UCR con el PRO, Cambiemos.

Como el salón del Concejo Deliberante se encuentra en refacciones, la sede elegida fue el Centro Vasco, donde se trasladó el Concejo Deliberante para oficiar la primer asunción fuera de su lugar típico.

A las 21.00 horas se dio comienzo ya con la nueva formación del Concejo: Lisandro Herrera presidente del cuerpo, Marcos Peralta, presidente del bloque de concejales del PJ, Martín Carnaghi continuando la presidencia de su bloque, y Mario Dicundo que asumió la vacancia en Cambiemos por Herrera.

Primero se le tomó juramento al intendente con una fórmula religiosa. «Sí juro», respondió. Luego debió brindar un discurso, como es la costumbre y tradición. Y luego hicieron lo propio los presidentes de bloque.

En la parte central de su alocución Aiola hizo referencia a la situación de emergencia que vive la municipalidad de Chacabuco: «Gobernar es no solamente hacer obras públicas, sino también producir un cambio, cambio cultural que fundamentalmente no lo realizamos quienes gobernamos, sino que ese cambio es facilitado por nosotros pero que fundamentalmente lo produce el vecino”.

Como objetivo futuro propuso: «seguir ordenado la municipalidad, pensando en un municipio eficiente y que no dependa absolutamente de la provincia para poder ser viable, ni de ayudas extraoficiales, sino que sea un municipio que vaya a lograr la independencia económica de la provincia y de la nación».

Restaría agregar que durante estos 4 años pasados el escenario de dependencia económica de la provincia y nación tendió a agravarse en vez de retraerse.

También felicitó a los concejales, y buscó una vez más que se deje en el pasado los agravios con que Aiola acusó a la oposición y las denuncias que realizó judicialmente a los exintendentes. También una manera de tender un puente a Kicillof y Alberto ante la necesidad económica que tiene la municipalidad.

Aiola insistió: «consenso, trabajo en equipo y diálogo es lo que este intendente, desde el día inmediato al triunfo del 27 de octubre ha propuesto a la oposición y ha puesto en la mesa de discusiones para poder juntarnos entre todos y poder determinar políticas públicas que traspasen a un gobierno y que pueden quedar para siempre en nuestra ciudad».

También Aiola realizó buenos augurios para el presidente y el gobernador electos: «Les deseo éxitos y que les vaya muy bien. De los éxitos y de que les vaya bien a ellos dependerá de que a los argentinos nos vaya bien».

Recordó las palabras del expresidente Raúl Alfonsín: «la política debe ejercerse a través del ojo de quien más lo necesita. Y es ese el camino a seguir, las políticas que se realicen mirando a través del ojo de quien más lo necesita, las políticas que se realizan estando en el territorio, las políticas que hacen que la gente viva mejor».

Por último dijo: «Por eso yo les prometo, les digo, porque a mí no me gusta prometer, que vamos a trabajar fuertemente para tener una ciudad mucho mejor. Que vamos a redoblar el esfuerzo y que esa vara que estaba baja en el 2015 y que hoy se ha elevado y la hemos elevado mucho, vamos a tratar de superarla».