La semana pasada los sindicatos municipales y el ejecutivo lograron alcanzar un acuerdo para recomponer el salario municipal tras la fuerte devaluación del peso posterior a las elecciones.

En el acuerdo además de un aumento del 20% a pagar en tres tramos se acordó un bono de $4500 a pagar en dos cuotas. El valor total para las cuentas municipales del bono fue de 5 millones de pesos. La primera cuota, de $3000, fue depositada el miércoles pasado pero la mayoría de los empleados no pudo cobrarla.

La razón es que el depósito del bono se realizó bajo el concepto de «haberes», por lo que al ingresar el dinero a las cuentas fue utilizado para el pago de deudas con tarjetas de crédito o préstamos bancarios.

El endeudamiento y la falta de pago es una de las características de la actual crisis económica. Tasas altísimas o financiadas con dinero público, y grandes empresas extranjeras del crédito que nunca pierden ni un centavo, como las grandes tarjetas.

El episodio generó la bronca del personal municipal, ya que casi todos los empleados se vieron afectados por esto, y volcaron sus quejas a través de las redes sociales y de los sindicatos.

La crítica al gobierno municipal llegó por no haber realizado ante el Banco Provincia las gestiones correspondientes para que no se desposite el bono como haberes, porque se trata de un pago extraordinario y de carácter no remunerativo.

Desde la seccional de Chacabuco de la Asociación de Trabajadores del Estado, Horacio Calarco explicó «la única forma de hacerlo es que se hubiera depositado el dinero del bono como aguinaldo».

Según el dirigente, el municipio realizó el depósito en tiempo y forma, ya que el acuerdo se firmó el lunes y el pago debía procesarse en 36 horas para que esté disponible a las 00.00 del miércoles. Pero como las cuotas de tarjetas de crédito y los créditos son liquidados en el Banco Provincia el 20 de cada mes, directamente fueron absorbidos por el mismo sistema bancario.

Lo que explicó Calarco es que los miembros de la mesa no lo tuvieron en cuenta ya que «no se daba un antecedente de este tipo (un bono pagadero entre el 20 y el último día hábil) desde hace varios años». Por el lado de las alternativas para remediar esto, señaló que «el municipio ofreció la posibilidad de realizar un adelanto de sueldo».

Esto tampoco resolvía el problema consumiendo un importante tiempo de gestión bancaria y contable. Debido a ello era imposible que se reflejara antes del viernes, cuando se depositen los salarios, siendo que el bono se había pensado con ese fin.