La crisis que vive el municipio afecta el funcionamiento de los servicios que brinda el Estado. Uno de ellos, el Hospital Municipal, está en el ojo de la tormenta tras las denuncias por faltas de insumos.

Mientras el municipio niega una y otra vez que esto suceda, se van conociendo casos que echan luz sobre la veracidad de esas denuncias.

La novedad ahora es la renuncia de la gerontóloga Analía Giménez quien dejará de conducir hasta principios de marzo el geriátrico del hospital municipal. La renuncia ya fue presentada ante el director del nosocomio, Mariano Frassa, bajo «motivos personales».

Analía Giménez

Pero esta renuncia se ve acompañada por otra más, en este caso en el Hogar de Abuelos de O’Higgins que estuvo a cargo hasta hace un tiempo de la médica Carolina González, quien mudó su consultorio a otra provincia, por lo que fue reemplazada por la exdirectora de Salud, Yesica Berterame que ahora renunció.

A la derecha, Berterame cuando se desempeñaba como directora de Salud

Esta situación se da en un contexto donde los funcionarios cobran sus sueldos con excesivas demoras por la crisis económica de la que vive la administración de Víctor Aiola, el intendente reelecto que declaró la emergencia a los pocos días de ganar las elecciones.

Entre los funcionarios los sueldos varían, y en el caso de los rangos más bajos, como en este, éstos equivalen casi a un salario profesional. El municipio también tiene en carpeta otorgar un aumento exclusivo para los funcionarios, aunque por el momento no hay novedades.

Otro hecho que impactó duro en la calidad de la atención de salud en el Hospital es la demora en el pago a los empleados municipales con título, principalmente los médicos, que recién el sábado, después de 15 días recibieron una parte de su sueldo.