En el mercado los productos están impagables. La inflación de septiembre fue la más alta del año, explican, por el impacto del resultado electoral.
Pero usted paga en efectivo. En cambio, cuando es el municipio el que compra (con dinero de los impuestos) cualquier cosa le vale al menos un 30, 50 o hasta un 100 por ciento más. ¿Cómo es eso?
La actual administración municipal, es conocido que desde hace tiempo realiza denodados esfuerzos para aumentar la recaudación y disminuir los gastos.
Planes de pagos en cuotas para tasas municipales, el aumento del inmobiliario provincial urbano y rural (que marca el aumento de los impuestos municipales), la colocación de medidores de agua, la aparición de un estricto cobro del estacionamiento medido, la judicialización de los morosos, el convenio con Veraz para escrachar a quienes no pagan y el aumento de las multas.
El más descabellado de los proyectos de Cambiemos para recaudar más fue el de poner impuestos, multas y chips a los perros. «Pobres perros, los quieren tratar como a humanos», dice una famosa frase.
Todas medidas destinadas a recaudar más en un contexto de crisis económica que comenzó con la llegada al gobierno de Cambiemos. Esos esfuerzos no pudieron resolver el impacto negativo de la inflación y la dislocación de precios.
El propio secretario de gobierno lo reconoció: «No somos una excepción. Nos atraviesa esta crisis».
Sucede que quien vende a la municipalidad vende a plazos de 15 a 60 días. No es nuevo, los mecanismos administrativos municipales requieren de diversas autorizaciones y, principalmente, de disponer del dinero correspondiente.
El plazo de cobro ha ido aumentando cada vez más, y una de las características del actual contexto económico, es que los intereses por pago futuro son importantes. Al fin y al cabo, los productos en la municipalidad son pagados a un precio mucho mayor del que en realidad valen, un método para cubrirse de la inseguridad en los pagos. El dinero, a fin de cuentas, lo ponen los ciudadanos con sus impuestos.
Esta situación en la municipalidad se ha visto complicada por el rebrote de la crisis luego de las elecciones que Cambiemos perdió en todos los órdenes, y que aseguraba que ganaría.
Esto originó un nuevo y brusco movimiento de precios, que incluso puso en jaque a algunos proveedores que comenzaron a negarse a entregar insumos.
El municipio estuvo obligado a reducirse al mínimo en sus erogaciones y garantizar lo básico. Sin embargo la situación es negada por los funcionarios y el propio intendente Víctor Aiola. Así sucedió con el caso del oxígeno, donde se denuncian faltantes, pero desde Salud, el secretario Julián Serritella lo negó a este medio y lo atribuyó a cuestiones electorales.
Quienes dialogaron con La Posta prefirieron permanecer en el anonimato. Uno de ellos afirmó que el Municipio mantiene una deuda de más de dos millones con el proveedor de oxígeno, que el suministro se cortó y se realizó un acuerdo para que se preste el servicio.
Información que coincide con lo que se recogió de otras fuertes informativas: la mayoría de los proveedores se niegan a entregar la mercadería y debieron hacerse acuerdos con estos privados para garantizar el funcionamiento de los servicios básicos.
El caso más paradójico es el de los combustibles: no hay casi movimiento. El gasoil solo se destina para la recolección de residuos. Las máquinas que realizan arreglos lo hacen en cercanías de la ciudad y pasan la mayor parte del tiempo sin estar activas. Ayer martes, desde una empresa en el acceso Elguea Román no se les cargó combustible a los camiones y «se les echó un poco para que vuelvan al corralón».
También se conoció que el municipio mantiene una importante deuda con otra empresa de venta de combustibles que atraviesa una dura crisis económica.
Algo similar sucede con las cubiertas para los rodados municipales, y asimismo, con la entrega de materiales de limpieza. Pero las complicaciones en la entrega y los pagos están a la orden del día.
De esta manera, los proveedores cerrarán el año con deudas que probablemente tenga que pagar la próxima gestión, así continúe Aiola o acceda a Reconquista 16 el candidato de Todos, Ricardo Ciminelli.
Salarios y ayuda provincial
En la mayoría de los casos la información surge por empleados, prestadores de servicios a empresas o perjudicados.
El intendente, a su forma, también reconoció la situación cuando se discutieron salarios luego de las elecciones. A raíz de la suba de precios, los trabajadores comenzaron a reclamar a través de sus organizaciones aumentos salariales que compensen la pérdida en el poder adquisitivo producto de la inflación postelectoral.
Luego de los pedidos sindicales para que reabran paritarias, el intendente anunció una convocatoria. Las negociaciones se dilataron por más de un mes porque el municipio ofrecía un 8% y un bono de $1500. Muy lejos del pedido de los trabajadores de un 30% y bono de $5000.
Esto cambió luego que el intendente participó de una reunión con Rogelio Frigerio en la Casa Rosada y otra con María Eugenia Vidal en la Casa de Gobierno de La Plata. Solo después el intendente estuvo en condiciones de realizar un ofrecimiento de un 20% de aumento a los municipales sobre los básicos de marzo, a pagar en dos cuotas durante noviembre y diciembre, y un bono de $4000 también en dos cuotas, en septiembre y octubre.
En el marco de las negociaciones, el líder sindical Horacio Calarco había denunciado públicamente que el intendente había condicionado el pago de los salarios a los aumentos. En otras palabras, que si el aumento iba más allá del 8% peligraba el pago de salarios.
Este episodio había estado precedido de dos oportunidades en las que no se habían realizado los pagos correspondientes por horas extras y guardias, así como de retrasos en las fecha de pago a los agentes municipales.
Otra muestra de este problema de insolvencia es que hace poco el municipio utilizó dinero correspondiente al pago de los equipos técnicos del programa provincial Envión para gastos corrientes del municipio.
Otra situación fue el pasado mes, cuando se conoció que el municipio de Chacabuco adeudaba a la UTN la cuota por salarios que paga para que esa casa dicte clases en la ciudad y con la que se le abona el salario a los docentes. Se desconoce si se ha resuelto. En cualquier caso es signo de lo mismo.