Antes de finalizar el año, por iniciativa del concejal Rodolfo Serritella, el bloque de concejales de Cambiemos presentó un proyecto «para congelar los sueldos de los Concejales, Intendente y Funcionarios del poder Ejecutivo por al menos 6 meses» como un gesto ante la emergencia económica que declaró el intendente Aiola pocos días después de ganar las elecciones.
El concejal Serritella, además, explicó que «Victor Aiola, en sus cuatro años no aplicó los aumentos correspondientes en varias ocasiones a su planta de funcionarios». No obstante, vale aclarar que la Municipalidad no difunde oficialmente los montos que perciben los funcionarios o el intendente ni cómo se aplican los aumentos.
Días antes de anunciar este «congelamiento«, se había acordado quiénes serían los últimos funcionarios que no renovarían su cargo y quiénes los iban a reemplazar. Como parte de la propuesta, a los funcionarios se les adelantó que «iba a haber un aumento salarial«.
Mientras terminaba diciembre, el intendente había convocado una conferencia para anunciar que no disponía del dinero para pagar salarios a municipales. Sólo se comprometió al pago del aguinaldo y postergó por primera vez en 16 años el pago de los salarios para después de las fiestas.
Para los funcionarios y los concejales esto significó desde entonces la postergación de sus cobros: están yendo a trabajar sin cobrar, con el correspondiente desánimo que causa. Un hecho insólito que coincidió a la vez con las denuncias por falta de insumos en el hospital. Todo esto fue denunciado en una entrevista al intendente Aiola como un «plan sistemático» ideado por la oposición en su contra.
Esta decisión de aumentar los sueldos fue confirmada a este medio por varias fuentes extraoficiales del propio municipio. De ser así tiene un claro contraste con la decisión de cancelar unilaterlamente el encuentro que estaba pactado con las organizaciones gremiales de empleados municipales.
Es que entre las elecciones primarias (agosto de 2019) y las elecciones generales (octubre) la inflación se disparó estrepitosamente (el cálculo para 2019 cerraría en 53%) producto de la derrota electoral de Cambiemos, que incluso incluso impactó en el orden local. En pocos días los productos habían sido remarcados hasta un 30%, lo que llevó a los gremios a pedir que se reabran paritarias.
A nivel local, Aiola recibió a los gremios, y luego de una notable ayuda provincial y nacional, el intendente comprometió una suba salarial del 16% y un bono de $4500. El acuerdo cerrado fijó el pago del bono en dos cuotas (septiembre y octubre); un aumento del 20% (dividido 4% en octubre, 8% en noviembre, otro 8% en diciembre) y la condición de volver a reunirse en noviembre para revisar el aumento.
El encuentro nunca se realizó, porque luego de las elecciones el intendente declaró la emergencia y anunció dificultades con los sueldos, y, como era lógico, justificó ante los medios la falta diciendo que si no podía pagar los sueldos menos se podía pagar un aumento.
El aumento
Resumiendo: primero habría un aumento y recién después se congelarán los sueldos. Algo similar pasó en 2016 cuando los salarios de los funcionarios recién asumidos (en diciembre de 2015) se aumentaron en un buen porcentaje. Luego se congelaron o hubo «donaciones» (con las que se anunció la compra de una motoniveladora y la construcción de una rampa). Las paritarias de ese 2016 (las primeras de Aiola como intendente), cerraron un incremento salarial del 38%. Nuevamente, al no haber información oficial no termina por quedar claro.
El nuevo aumento entraría en vigor los primeros días de febrero, aseguraron a La Posta, a la vez que destacaron que en ciertos casos fue una herramienta clave que permitió a algunos funcionarios dar el «sí» para integrar el nuevo gabinete.
Sobre la magnitud del aumento, explicaron que «promedia el 60%» y alcanzaría también al intendente.
Para comparar, está el caso de Chivilcoy, donde debido a la crisis económica del país y la provincia, el intendente tuvo el gesto de renunciar al aumento y congelar sus ingresos: «La austeridad empieza de arriba hacia abajo. Los aumentos de sueldo serán solamente para los empleados, con prioridad en los que menos ganan», declaró con tino el intendente Guillermo Britos.
Cuestiones políticas
Las respuestas que obtuvo este medio además reprodujeron palabras de malestar por «cuestiones políticas». Según explicaron, «por los nuevos nombramientos» de funcionarios. Acerca del nuevo gabinete contestaron: «predomina la mirada empresarial».
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